lunes, 11 de abril de 2011

4.

No sólo yo consigo que se me responda a mi pregunta (que, por otra parte, casi fue obligada). Hay un montón de preguntas y respuestas, algunas más ingeniosas, otras más serias. Mis amigos también hacen alguna que otra pregunta “para pillar”, que desconcierta al frontman, a veces, otras veces son Shannon y Tomo los que se ven en un compromiso.

Yo me parto de la risa, pero de esto que lo haces con muchas ganas. Me olvido incluso de lo anterior, disfrutando del momento con mis amigos como cualquier otro. Simplemente, soy Echelon, y disfruto de las locuras con mi banda favorita.

Sin embargo, de vez en cuando, reparo en la poco discreta sonrisa burlona de Shannon y en las miradas que intercambian Tomo y él, mirando en esta dirección. Me veo atrapada, sin poder hacerle ni una seña para que frenen esa actitud, mientras observo que mis amigos se están dando cuenta de que pasa algo raro.

A ver cómo salgo de esta.

-Oye… ¿lo estoy flipando o Tomito y Shann no paran de mirar para acá? ¿Tenemos monos en la cara o algo?-dice entonces Víctor.

-¿Qué dices?-alucina Gemma, algo distraída, y se empieza a fijar un poco más.

-Yo sí que me había fijado-salta Lucía.

-Está claro que nos miran por lo buenísimas que estamos-bromea Celia, arrancándonos sonrisas. Víctor la mira alzando las cejas.

-Tú también estás muy buena, Víctor-le “aseguro” yo, con una palmadita en el hombro, fingiendo seriedad.

Él sacude la cabeza.

-Pues debo estar muy muy muy buena, porque llevan un buen rato mirándonos-insiste.

Yo no digo ni sí ni no, sin querer meterme en jardines.

-Será porque estamos todo el rato haciendo el indio-salta entonces Celia.

-Y con las preguntitas que hemos hecho…-añade Lea.

La mejor defensa es un buen ataque, me digo yo.

-Lucía, ¿aún tienes la pizarra mágica?

Ella me mira con los ojos bien abiertos.

-Sí, pero… ¿a qué viene eso ahora?

-Déjamela-y mi sonrisa es maliciosa.

La pizarra mágica consiste en un folio plastificado y un rotulador, en el que escribir cosas y luego borrarlas con un simple movimiento. Es la primera vez que puedo llegar a utilizarla, y además… sonrío, riéndome de un chiste que sólo yo entiendo, mientras los demás me miran intrigados. Escribo “What’s up, Shannon?” y alzo el folio mientras los demás me miran alucinados y alguno exclama “¿Pero qué haces?”.

Shannon alucina primero, sonríe después. Hace un gesto como queriendo decir que está bien, mientras Tomo ríe. Borro y escribo: “What’s so funny about us?”

Aquella sonrisa torcida es la misma que tenía en el hotel. Sin saber por qué, me da un poco de miedo lo que pueda hacer a continuación. Durante unos instantes, no parece ir a responder, pero al verle mirar fijamente a su hermano (que está respondiendo a una pregunta) me temo lo peor.

En la pausa entre esa respuesta y la siguiente pregunta, Shannon se acerca a Jared y dice:

-Sorry, brother, I’d like to answer a question.

Él le mira confuso.

-What question?

Shannon señala mi pizarra mágica, que sin darme cuenta sigo sosteniendo visible. Jared ríe, y le pasa el micro, como si del cetro de poder se tratase, a Shannon.

-So, this girl wants to know what’s so funny about her and her friends-le explica al público. Entonces fija su vista en mí, y su sonrisa torcida me provoca un repentino pánico-. I told you that day, I think you’re very funny.

Una extraña mezcla de frío helador causado por el pánico y calor intenso fruto de la vergüenza se apodera de mi cuerpo. Las manos empiezan a temblarme, estirando la pizarra mágica, y hago un esfuerzo porque me parece que me voy a caer para atrás de la impresión.

AAAAAAAAAAAAH. Mi cabeza va a estallar.

Oigo los murmullos y exclamaciones de la gente: seguramente preguntándose de qué habla. Alguna fangirl me mira con el ceño fruncido y una creciente sospecha.

Mis amigos se han quedado helados.

Jared intenta entonces romper la tensión pidiendo una nueva pregunta, mientras Shannon se sienta como satisfecho de sí mismo, y Tomo le mira con una expresión que es mitad diversión mitad reproche.

El resto de la sesión se hace eterno, con mis amigos algo callados, y ninguno sin mirarme demasiado.

Voy a matar a Shannon.

De nuevo arrastrados por la marea humana. El aire fresco al salir del edificio es un alivio. Inspiro hondo con los ojos cerrados. No los abro por un rato, temiendo la imagen que me encuentre al hacerlo.

-Alma-oigo a Celia-, ¿qué ha sido eso?

Los demás se le unen en la pregunta.

-Fue una tontería de Shannon-me encojo yo de hombros, intentando librarme con una media verdad.

-¿Tontería? ¿Quieres decir que le dio por ahí?

-¿En plan para hacerte pasar vergüenza y medio vengarse?-se le ilumina la bombilla a Elle.

Yo sonrío, sin atreverme a más.

-Joder con el Shannon…-salta entonces Víctor.

-Cuando quiere es un puto-se descojona Gemma.

-Ya lo estábamos flipando-me dice Celia.

Vuelvo a encogerme de hombros y sonreír. Parece que el peligro ha pasado cuando empiezan a comentar y bromear sobre la sesión de preguntas.

Volvemos al hostal, mientras decidimos qué hacer el resto de la noche.

-La verdad es que siendo aquí tampoco os esperéis fiestaca dura hasta las tantas…

-Si nos cierran los bares, nos montamos la fiesta aquí.

-Y que nos echen y a pasar la noche debajo del puente…

-¡Eso sí que sería fiestaca…!

Yo me distraigo un poco de la conversación al oír una notificación en la BB. Tengo un mail. Dirección desconocida… lo abro.

“Are you in trouble? I couldn’t help it, you’re real fun.”

Casi dejo caer la BB. ¿Qué coj…? ¿Shannon? ¿Cómo ha conseguido mi dirección de…? Lo pienso detenidamente. Yo no se la he dado, en ningún momento. Decido contestar mientras intento averiguarlo. Los dedos me tiemblan manejando las teclas.

“I don’t really know what to say.”

“Say that you love me as they all do. ;)”

“An unusual growth of the ego is a genetic Leto thing?”

Después de darle a enviar, dejo escapar una exclamación. Le estoy hablando con toda la confianza del mundo… Pero, con Shannon es… fácil. Raro, pero fácil.

“Funny. See?”

“Barely. You know, because of the lights.”

“Come on, give me a break. There’s so much hate inside you.”

“I’m not used to talking to stalkers, maybe I’m not doing well...sorry.”

“Ouch. That really hurt.”

“I didn’t mean it.”

Me lo imagino, con su sonrisa torcida, mirando la pantalla de su iPhone/ordenador.

“Say that you forgive me. I wasn’t thinking when I said that out loud.”

“There’s no reason to feel sorry.”

“You’re not only funny... Thanks.”

“What’s that supposed to mean...?”

No recibo respuesta. Intento recuperar el hilo de la conversación de los demás mientras miro de vez en cuando mi BB. No, no hay respuesta.

-Eh, igual deberíamos quedarnos, total, ya compramos alcohol antes-dice Gemma con una sonrisilla.

-Total, creo que la mayoría de los sitios cierra en…-mira Alex el reloj-. Ya mismo.

A punto de asentir, el móvil vuelve a sonarme. Un nuevo mail. No es la misma dirección de antes.

“Black Hoof Inn. Within the next hour. Bring your friends and all your love.”

-Alma, ¿tú qué opinas?

-Me han hablado de un sitio... que al parecer está muy bien… y al que podríamos ir, que probablemente esté abierto aún.

Les enseño el Google Maps.

-Pero… ¡pero eso está en el quinto coño a la derecha!

-Por favor, por favooooor, vamos, que seguro que no nos arrepentimos…

Aunque no estoy muy segura de eso.

Mi inseguridad aumenta a medida que nos acercamos a la Pezuña aquella. Esta vez no temo no encontrarme lo que espero allí, sino todo lo contrario. Aún así, todavía no les he explicado nada. Es que, tampoco sé muy bien cómo.

Aquel lugar no está mal. Demasiado pequeño para ser un pub/discoteca/como quieras llamarlo, demasiado espacioso para ser una taberna. Pedimos algo, nos situamos, intentando calibrar cómo comportarnos. No parece haber mucha gente bailando, y la que lo hace tal vez debería no volver a hacerlo nunca más. Comentamos entre risas, a lo Obélix, “Qué locos están estos escoceses”.

-Tampoco esperaba encontrarme algo a lo Trainspotting-bromeo.

-Alma, tía, te han timado…

-Bueno, quién sabe, igual esta es la idea de diversión en Escocia…-disimulo yo. No es el sitio por lo que vengo, chicos.

-Es que esto está algo muerto…

-No, si ya lo veo-asiento yo. ¿Dónde cojones estáis? Miro alrededor-. Venga, vamos a la pista a enseñarles a esta gente lo que es pasárselo bien-me motivo toda empezando a bailar.

-¿Quién le ha pasado la droga a Alma?

-No sé, pero yo también quiero…

Río sacudiendo la cabeza, y sigo motivada. Empiezo a hacer el indio para divertirlos. Pronto somos los amos de la pista… Teniendo en cuenta lo que había, tampoco es que tenga mucho mérito, pero nos emocionamos al escuchar canciones que jamás pondrían en un bar normal en España.

Hay unos borrachos que no paran de dar la vara, y por eso, al ver un movimiento extraño en el sitio de Gemma, me vuelvo con intenciones de matar si hace falta.

Unos brazos me rodean y casi me alzan del suelo.

-Hello hello, I’m glad to see good people here! I love Spain!-Shannon me suelta y va a abrazar a Lea, que está a mi lado.

Veo a Tomo y Jared acercarse, un poco pillados, y empezar a saludar y abrazar también al verle. Mirando a los demás, temo algún que otro jamacuco… Sonrío con ganas a Tomito, que me devuelve la sonrisa, como riendo un chiste que sólo él y yo conocemos. Le abrazo con fuerza cuando me toca.

-Glad to meet you-me dice en voz baja en mitad del abrazo.

Al separarnos, le contesto con una sonrisa tímida, sin saber qué decir a eso. Me pongo más y más nerviosa viendo cómo Jared abraza al resto. Se las ha arreglado para que yo sea la última… Además, se toma su tiempo para abrazar, saluda algo menos efusivamente que Shannon pero con mucha alegría, comentando la originalidad de las camisetas caseras, colgantes, pulseras… Lo que arranca varias sonrisas, incluida la mía. No soy capaz de pensar en mi propio estupor, y vigilo las reacciones de los demás.

Hasta que se planta frente a mí.

-Nice to meet you-grita por encima de la música, atravesándome de lado a lado con la mirada. Veo que se fija en mi ropa.

-You’re not wearing anything Mars-related?-dice, y hace un pequeño gesto como señalando por encima a los demás.

-Should I?

Ahí está otra vez. La sonrisa.

-You’re a girl hard to deal with...

Lucía, a mi lado, nos mira por un momento con una expresión entre la intriga y el escepticismo que no sé cómo tomarme. Me encojo de hombros. Cuando le veo abrir los brazos, por mi mente pasan miles de estrategias para salir huyendo, pero me descubro como pegada al suelo. Y cuando finalmente me abraza, mis brazos por unos segundos no son capaces de alzarse y devolverlo…

¿Sabes esa sensación cuando el tiempo es a la vez eterno y fugaz?

-So how are you all guys doing?-se hace oír por encima de todo el ruido Shannon, rompiendo mi momento. Lejos de apartarse, Jared se queda a mi lado, y con una mano aún en mi hombro. Venga, no. Por favor, no.

Se sucede un momento de diálogo del que apenas me entero. Todo mi ser está concentrado en esa mano. Y su proximidad. No es lo mismo que con aquella verja separándonos. Soy consciente de los escasos centímetros, que arden como llamas desatadas, entre los dos. O al menos eso me parece.

-We should go to the VIP part-dice Shannon, poniéndose la mano al lado de la boca en un gesto de secretismo que resulta divertido teniendo en cuenta que lo grita para hacerse oír.

Sonrío viendo los ojos brillantes de los demás. Al parecer, no soy la única en tener aquella extraña facilidad para hablar con Shannon, cuando veo cómo le vacilan. Y a Tomo… nadie parece ser capaz de hablarle a Jared así. Que alguien le hable y me lo quite de encima…

-You Spanish people are so funny-me dice entonces, casi sobresaltándome.

Quita la mano. Quita-la-mano. Eso quiero responder.

-We are feed with clowns and jokes instead of milk when we are babies-respondo yo, mirando a los otros dos lidiar con mis amigos.

Al no recibir respuesta, me vuelvo hacia él. Me mira fijamente como sin saber si dudar de mi salud mental, de mi lucidez, sin saber ni qué responder.

JÁ. Ahí te queda eso, majo.

-Hard, hard girl…-dice, en voz apenas audible.

Me sentiré estúpida, pero dejarte sin palabras, frontman, no tiene precio.

Subimos a lo VIP, una habitación en la segunda planta algo más privada, con la música tan suave que llega de la planta de abajo que no molesta para hablar. Aprovecho para escabullirme del frontman cual ninja, y cuando se sienta en el extremo opuesto de donde estoy yo me parece ver que está cabreado. ¿Cabreado porque no te sales con la tuya? Disfrútalo. Mi malicia me sorprende. ¿Por qué quiero verle sufrir, bueno, “sufrir” así? Él no me ha hecho nada… nada más que cosas buenas. Y sin embargo, tengo que contener una sonrisa cuando se cruzan nuestras miradas.

Se sucede una ronda de preguntas que se parece a la de hace apenas unas horas, pero se acerca más a una conversación fluida entre colegas. A medida que hablan y hablan, todos empiezan a coger más y más confianza, mayor soltura (tanto como les permite su nivel de inglés), y lo que eso implica: mayor osadía. Jared, o al menos me lo parece a mí, está como fuera de todo aquello, aunque contesta cuando le preguntan y ríe cuando pasa algo gracioso. Pero es como si rumiara algo…

Me temo lo peor cuando se levanta del asiento. La mayoría vuelven la vista hacia él, menos Shannon, que está volviendo locas a un par de mis amigas, e incluso Víctor le mira con la boca abierta, y me río como una tonta.

Jared viene hacia mí y alucino cuando se planta justo delante.

-Can you please come with me for a moment?-me ofrece la mano, y prácticamente todas las miradas se concentran en nosotros. Yo no puedo negarme, así que me dejo levantar por su mano para luego alejarnos.

Oh, nada bueno puede salir de esto.

1 comentario:

  1. UY! me gusta mucho. Por hoy lo dejo aquí. Madre mía, has hecho siete entradas solo en Abril, claro que ya lo tenías todo escrito. JEJE. Me está gustando mucho tu manera de escribir, ya no "me recuerdas a tí". jejeje.

    ResponderEliminar